O lo que es lo mismo, GALLETAS CON HUELLA. La verdad es que ninguno de los nombres me gusta, pero por alguno tenía que decantarme, opté por el término inglés que me sonaba más glamuroso, más chic, es decir, más como yo...;) Son unas galletas sencillísimas de hacer, riquísimas, con una textura arenosa, como de pastas de té. El nombre le viene dado por la manera en que se le da forma, y es formando un hueco con el dedo, que después se rellena de mermelada o chocolate.
INGREDIENTES:
- 100 grs. de mantequilla fria
- 100 grs. de azúcar
- 200 grs. de harina de repostería
- 1 cucharadita de levadura
- 1 pizca de sal
- 1 huevo
- Azúcar glass para decorar
- Para el relleno:
- Mermelada
- 50 grs. de chocolate negro y 25 grs. de mantequilla
- En un bol vertemos la mantequilla cortada en dados, el azúcar la harina y la levadura y amalgamos con las manos hasta conseguir una masa con una textura arenosa.
- Añadimos el huevo batido y seguimos mezclando con las manos hasta obtener una masa lisa y homogénea y que no se pegue en las manos.
- Formamos bolitas de masa, las disponemos en una bandeja de horno forrada con papel vegetal y presionamos en el centro con el pulgar para formar el agujero central.
- Rellenamos la mitad con mermelada al gusto y la otra mitad las dejamos sin rellenar, para hacerlo posteriormente de chocolate.
- Introducimos al horno precalentado a 180º durante unos 15-20 minutos o hasta que estén ligeramente doradas.
- Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
- Una vez frias, espolvoreamos con azúcar glass y preparamos mientras el chocolate para el relleno de las restantes galletas, poniendo en un cazo a calentar el chocolate y la mantequilla, removiendo hasta que estén ligados y rellenamos el hueco de las galletas.
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